FOTOGRAFÍA DE VANESSA WINSHIP | DIÁLOGO SIN FRONTERAS


Una nueva edición de PLURAL (encuentro de intercambio creativo y cultura visual),  tiene lugar en EFTI (Centro Internacional de Fotografía y Cine) de Madrid, y hoy ha acogido como invitada especial a la fotógrafa británica Vanessa Winship. Esta excepcional artista es todo un referente, con premios internacionales como World Press Phtoto, Godfrey Argente Prize de la National Portrait Gallery de Londres, el Photographer of the Year de los Sony World  Photography Awards... o el premio Henri Cartier-Bresson.

Especialista en retratos y en paisajes, convierte su trabajo en una introspección documental, donde las imágenes muestran un instante único que genera un sentimiento a través de la mirada de los protagonistas. Los rostros que plasma en las fotografías y el paisaje en el que aparecen, se convierten en un desafío de la presencia de la vida por encima de los acontecimientos político-sociales en los que les toca vivir, al mismo tiempo que la vulnerabilidad de la condición humana se hace patente al recordar los procesos históricos de una Europa del siglo XX, sumida en procesos de desintegración territorial y conflictos heredados.  




“Mi trabajo se centra en la yuxtaposición entre la crónica y la ficción, en explorar ideas sobre los conceptos de frontera, tierra, memoria, deseo, identidad e historia. Me interesa cómo se cuenta la historia y nociones como la periferia y el límite. Para mí la fotografía es un proceso de alfabetización, un viaje hacia el entendimiento.”                                            Vanessa Winship

Hoy queremos presentar a Vanessa Winship. Nacida en el condado de Lincolnshire (Inglaterra) en 1960, se gradúa en Londres, en la Polytechnic of Central, en cine, vídeo y fotografía; allí entra en contacto con  círculos de posmodernidad, feminismo y psicoanálisis. Su empeño en la reflexión humana le hará viajar a diferentes países: Francia, Italia, Grecia, Turquía, la India y Rusia, viajes que serán imprescindibles para acercarse a la psicología y naturaleza de su fotografía. Compaginará los viajes con la docencia y su trabajo como fotógrafa en el archivo del National Science Museum, a la vez que continuaba sus  estudios de posgrado en fotoperiodismo en el London College of Communication.
En 1998, recibirá el primer premio de fotografía artística en la categoría “Art Stories” de World Press Photo.
Durante uno de sus viajes a los países balcánicos, le sorprende el estallido de la guerra, donde se puso de manifiesto la fragilidad de la convivencia cívica de la sociedad surgida a partir de la II Guerra Mundial. Vanessa Winship comienza entonces a tomar fotografías que documentarán el movimiento de los refugiados albanokosovares hacia Albania.


“La cultura humana ha dejado su huella en la
 superficie del planeta y la ha convertido en un paisaje que queda impreso en las caras, los cuerpos y los recuerdos de las personas que lo crean y lo recrean. El poder de un sueño colectivo ha sustentado la psique albanesa, a la espera de su curación, y ha dejado esta tierra oscilando entre el pasado y el presente, entre el olvido y la memoria”
Vanessa Winship

Tras esta experiencia visitará Israel para conocer de primera mano la zona tras el estallido de la segunda intifada, que había estallado debido al fracaso de los acuerdos de Oslo.  En Atenas, en el 2002, completará su serie Imagined States and Desires A Balkan Journey; comienza a viajar por los países del mar Negro, tomando fotografías que darán lugar a la serie Black Sea.



“Es un mar de paradojas, carente de mareas, muerto en casi un noventa por ciento, y sin embargo fuente de vida y de sustento. El mar Negro ha sido el centro de tres grandes imperios y de sus fines estratégicos. Es un lugar impregnado de ricas historias, de mitos, leyendas y literatura. Puede que no tenga una belleza clásica y a veces parezca el pariente pobre de su homólogo, el Mediterráneo”
Vanessa Winship




Ya en Estambul, donde se afinca durante cinco años, verá reconocerse su trabajo obteniendo una mención de honor del jurado del premio Oscar Barnack de Leica. Visitará también Georgia, país que sufría los coletazos de la revolución rosa, contra la madre Rusia, que desplazó al presidente Eduard Shevardnadze. En el 2005, Winship entra a formar parte de la Agence Vu’. En 2007 aparece su primera monografía, Schwarzer Meer donde se recoge una amplia selección del trabajo realizado en Georgia, Turquía, Bulgaria, Ucrania, Rusia y Rumanía, que forman parte de la serie Black Sea. Es en este año cuando recibe su primer premio de la National Portrait Gallery. Iniciará, en diversos lugares de Anatolia y fronteras orientales de Turquía, un amplio proyecto de retratos escolares en entornos rurales que culminará en la serie Sweet Nothings: Schoolgirls of Eastern Anatolia. En la serie, se pone de relieve la variedad y pluralidad étnica paralela a la diversidad entre los uniformes escolares.






Después de este viaje volverá a Londres. Esta serie recibirá diversos premios: el World Press Photo, el Iris d’Or al fotógrafo del año y el premio Godfrey Argent de la National Portrait Gallery. En el 2009, la National Portrait Gallery de Londres le concederá el segundo premio Taylor Wessing Photographic Portrait Prize a la fotografía del año, por Girl in a Golden Dress de la serie Georgia. En 2010 recibirá el premio Descubrimientos de PhotoEspaña al mejor portfolio, y de nuevo la National Portrait Gallery de Londres y el National Media Museum de Bradford, vuelven a premiarla. Expone asimismo, su serie Dancers and Fighters, formada por imágenes de bailarines y luchadores del mar Negro. El motivo de retratos volverá a cultivarlo en Ucrania donde regresa para la serie titulada Wedding Guests. En el 2011, en la Galerie Vu’ de París, presentará una selección de retratos y paisajes bajo el título Not Only Rare Birds Sing.
Vanessa Winship se convirtió en el año 2011, en la primera mujer en recibir el prestigioso galardón de la Fundación Henri Cartier-Bresson, con su proyecto Out There: An American Odyssey en el que hace un recorrido de un viaje fotográfico a través de Estados Unidos para documentar el declive del sueño americano. El proyecto acabará tomando el título definitivo de She dances on Jackson.


En España, concretamente en Almería, desarrollará una serie de fotografías donde plasma la naturaleza de plásticos por los invernaderos mostrándonos un paisaje que bien podría pertenecer a cualquiera de las zonas de Kosovo.
Vanessa Winship funde la fotografía con la historia, la naturaleza y la psicología de sus personajes. Sus bellísimas series nos acercan a un mundo real sin estereotipos, plasmando una globalización humana.


Fuente y Fotografías:

www.exposiciones.fundacionmapfre
www.agencevu.com
www.vanessawinship.com
www.ivasfot.com




Realizado por Marián Herrero

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